La contaminación ambiental en todo el mundo ha provocado una mayor conciencia y preocupación sobre el efecto que pueden tener los contaminantes ambientales sobre la piel.
Nuestra estrategia cosmética adoptada para proteger la piel humana contra la contaminación ambiental es la inclusión de antioxidantes en nuestras formulaciones. Los tipos más comunes de ingredientes anti-contaminación son los antioxidantes, que ayudan a reducir la formación de radicales libres de oxígeno que pueden dañar la piel y acelerar el proceso de envejecimiento.
Beneficios para la piel
En la piel, la función principal de la vitamina E, también conocida como alfa-tocoferol, es prevenir el daño inducido por especies reactivas de oxígeno. Estos radicales libres intervienen en muchos problemas de la piel; por ejemplo, quemaduras solares, foto-envejecimiento de la piel e hiper-pigmentación. La vitamina E tiene el potencial de mitigar estos efectos, ya que puede eliminar los radicales libres, incluidos el hidroxilo, el oxígeno singlete (un estado excitado del oxígeno molecular generado foto-químicamente o químicamente.) y los superóxidos. Debido a estas propiedades antioxidantes, usamos este ingrediente en muchas de nuestras fórmulas de cuidado personal.
También cabe resaltar que utilizamos aceites vegetales con alto contenido de vitamina E, por ejemplo, germen de trigo, avellana, girasol, almendra y aguacate, entre otros.
Los siguientes son algunos de los beneficios más importantes de la vitamina E:
Es un agente antiinflamatorio
Es antioxidante
Es un ingrediente biodegradable
Promueve la curación
Es un agente hidratante
Es un producto natural
Es de origen vegetal / a base de vegetales
Ofrece protección cutánea
Además de las propiedades antioxidantes e hidratantes, existen estudios que demuestran que la vitamina E actúa tópicamente para proteger contra el daño de los rayos ultra-violetas. Este beneficio se atribuye a la aparente capacidad de este ingrediente para absorber marginalmente la luz mientras funciona como un antioxidante soluble en lípidos que desactiva los radicales libres.
Los ésteres de vitamina E se esparcen sobre la piel con mucha facilidad y se absorben rápidamente, impartiendo atributos sensoriales agradables. La piel queda brillante, elástica y no grasa. Además, como no es una molécula extraña para la piel, el ingrediente se integra rápidamente con sus lípidos. Tras la aplicación tópica, la vitamina E refuerza la matriz lipídica extracelular del estrato córneo, a la que la vitamina E aporta sus defensas antioxidantes.
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